Nuestra labor educativa se basa en los fundamentos de la Pedagogía Waldorf, donde se entiende la escuela como una prolongación del hogar, donde los niños y niñas, durante los primeros 7 años, conviven como si de una gran familia se tratase.
En nuestro día a día se vive y trabaja a través del aprendizaje vivencial (la experiencia), la imitación, el arte y el ritmo.
En nuestro Jardín los niños y niñas trabajan sus emociones, habilidades, capacidades, toma de decisiones, valores, etc. a través de una experiencia, respetando su momento evolutivo. Esto hace referencia a que se aprende directamente del hacer.
Para ello realizamos actividades llenas de sentido, reales, que ofrecen a las niñas y niños verdaderas experiencias de donde sacar aprendizajes importantes para su desarrollo y dirigirse hacia la vida con toda su potencialidad…. Traemos la vida a la escuela.
En nuestro Jardín los niños y niñas trabajan sus emociones, habilidades, capacidades, toma de decisiones, valores, etc. a través de una experiencia, respetando su momento evolutivo. Esto hace referencia a que se aprende directamente del hacer.
Para ello realizamos actividades llenas de sentido, reales, que ofrecen a las niñas y niños verdaderas experiencias de donde sacar aprendizajes importantes para su desarrollo y dirigirse hacia la vida con toda su potencialidad…. Traemos la vida a la escuela.
“Cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus propias experiencias, su interés vital se despierta, su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo”.
Rudolf Steiner
Consideramos que la forma natural en la que las niñas y niños aprenden en edades tempranas es a través de la imitación, por ello cobra un papel fundamental que las maestras y maestros desarrollen actividades dignas de imitar (secuencias lógicas, pausadas, rítmicas, ordenadas…) y verdaderas (trabajo de verdad), como amasar el pan, barrer, coser, rastrillar, regar, recoger, etc.
Las niñas y niños al participar en estas actividades, comenzarán primero a imitarlas y después a comprenderlas, despertando así su inteligencia de forma vivencial, a la vez que adquiere valor y autoconfianza para el desarrollo de sus acciones.
Todo nuestro quehacer educativo está impregnado de un componente artístico y bello, desde la disposición y ambiente del aula y el jardín, a todas las actividades que se desarrollan, como pintar con acuarela, modelado de cera, amasado de pan, jardinería, dibujo de ceras, excursiones, narración de cuentos, rimas y poesías, canciones, juegos de dedos, etc. fomentando así el aprendizaje a través del arte, la imaginación y la creatividad.
Otro de los pilares básicos de nuestro Jardín, es que las niñas y niños aprenden a través del ritmo, el ritmo entendido como una secuencia de elementos que se repiten en el tiempo, así nos encontramos con:
La mesa de estación es uno de los elementos básicos en las aulas Waldorf. Son preparadas con aquellos materiales que simbolizan y reflejan las características de la época y van variando a los largo de los meses, cambiando su color y elementos, de manera que ayuda a que los niños tengan presente el momento que viven.
“Hay una madre que cuatro hijos tiene en su reino: la primavera, el verano, el otoño, e invierno. Escuchad niños con mucha atención lo que cada hijo trae en su estación. El invierno es el hijo más frío. Nos hiela el campo, el lago y el río. Con el cielo muy claro o cielo cubierto preparamos en nuestros corazones el nacimiento. La primavera quiere la tierra calentar Para que las plantas vuelvan a brotar. Ella nos trae capullos y flores y huevos de Pascua con muchos colores. El verano sonríe todos los días. Nos trae las rosas y las sandías. En San Juan la hoguera prendemos y en el agua a nadar aprendemos. Y por fin viene el otoño coloreado. Ha dibujado las hojas y los frutos nos ha regalado. Los ha hecho maduros y sabrosos, en campos y jardines sonríen jugosos.” -Canción popular
En el Jardín celebramos fiestas periódicas relacionadas con las estaciones del año. Algunas de ellas son solo para los niños y niñas, las cuales se celebran durante el día y otras están abiertas a familias y amigos. Estas últimas se realizan por la tarde.
Cada fiesta es particular en sí misma; tiene diferentes decoraciones, manualidades, comidas, canciones y juegos que se preparan previamente con los niños y niñas en el día a día en el aula aproximadamente un mes antes de la fiesta.
Esto ayuda al niño/a a situarse temporalmente en el curso del año, ya que cada época, y por tanto la fiesta, es un reflejo de lo que ocurre a lo largo del año en la naturaleza.