NUESTRO PROYECTO
Nuestra labor educativa se basa en los fundamentos de la Pedagogía Waldorf, entendiendo la escuela como una prolongación del hogar, donde los niños y niñas, durante los primeros 7 años, conviven como si de una gran familia se tratase.
En nuestro día a día se vive y trabaja a través del aprendizaje vivencial (la experiencia), la imitación, el arte y el ritmo.
APRENDIZAJE VIVENCIAL
En nuestro Jardín los niños y niñas trabajan sus emociones, habilidades, capacidades, toma de decisiones, valores, etc. a través de la experiencia, respetando su momento evolutivo. Esto hace referencia a que se aprende directamente del hacer, de la vivencia, dejando espacio para la creatividad y la fantasía.
Para ello realizamos actividades llenas de sentido, reales, que ofrecen a las niñas y niños verdaderas experiencias que les permiten interiorizar aprendizajes importantes para su desarrollo y dirigirse hacia la vida con toda su potencialidad…. Traemos la vida a la escuela.
IMITACIÓN Y ARTE
Consideramos que la forma natural en la que las niñas y niños aprenden en edades tempranas es a través de la imitación, por ello cobra un papel fundamental que las maestras y maestros desarrollen actividades dignas de imitar (secuencias lógicas, pausadas, rítmicas, ordenadas…) y verdaderas (trabajo de verdad), como amasar el pan, barrer, coser, rastrillar, regar, recoger, etc.
Las niñas y niños al participar en estas actividades, comenzarán primero a imitarlas y después a comprenderlas, despertando así su inteligencia de forma vivencial, a la vez que adquiere valor y autoconfianza para el desarrollo de sus acciones.
Todo nuestro quehacer educativo está impregnado de un componente artístico y bello, desde la disposición y ambiente del aula y el jardín, a todas las actividades que se desarrollan, como pintar con acuarela, modelado de cera, amasado de pan, jardinería, dibujo de ceras, excursiones, narración de cuentos, rimas y poesías, canciones, juegos de dedos, etc. fomentando así el aprendizaje a través del arte, la imaginación y la creatividad.
RITMO
Otro de los pilares básicos de nuestro Jardín, es que las niñas y niños aprenden a través del ritmo, el ritmo entendido como una secuencia de elementos que se repiten en el tiempo, así nos encontramos con:
- El ritmo anual, a través del paso de las estaciones del año y una serie de fiestas anuales que marcan el hilo conductor de todo el curso escolar (fiesta de la cosecha, del farol, Navidad, oficios, etc.).
- El ritmo semanal marcado por la repetición de actividades específicas para cada día de la semana (lunes acuarela, martes modelado, etc.) y a través de la alimentación, ya que cada día de la semana se almuerza un alimento específico (lunes arroz, martes cebada, etc.), este ritmo nos aporta seguridad y nos ayuda a situarnos en el tiempo.
- Y por último el ritmo diario, en el que las actividades se desarrollan a través del mismo orden, como si de una respiración se tratara, con momentos de concentración y de juego libre (expansión), acompañado de un ritmo musical y poético. Este ritmo favorece al desarrollo y acompañamiento de los ritmos vitales de los niños y niñas, fundamental para su equilibrio, su salud y el desarrollo de su personalidad.
Para trabajar estos tres aspectos cada día es fundamental que conozcamos otros elementos importantes como la mesa de estación y las fiestas pedagógicas.
"Mesa de Estación"
La mesa de estación es uno de los elementos básicos en las aulas Waldorf. Son preparadas con aquellos materiales que simbolizan y reflejan las características de la época y van variando a lo largo de los meses, cambiando su color y elementos, de manera que ayuda a que los niños tengan presente el momento que viven.
“Hay una madre que cuatro hijos tiene en su reino:
la primavera, el verano, el otoño, e invierno.
Escuchad niños con mucha atención
lo que cada hijo trae en su estación.
El invierno es el hijo más frío.
Nos hiela el campo, el lago y el río.
Con el cielo muy claro o cielo cubierto
preparamos en nuestros corazones el nacimiento.
La primavera quiere la tierra calentar
Para que las plantas vuelvan a brotar.
Ella nos trae capullos y flores
y huevos de Pascua con muchos colores.
El verano sonríe todos los días.
Nos trae las rosas y las sandías.
En San Juan la hoguera prendemos
y en el agua a nadar aprendemos.
Y por fin viene el otoño coloreado.
Ha dibujado las hojas y los frutos nos ha regalado.
Los ha hecho maduros y sabrosos,
en campos y jardines sonríen jugosos.”
- Canción popular
FIESTAS PEDAGÓGICAS
En el Jardín celebramos fiestas periódicas relacionadas con las estaciones del año que van marcando el ritmo. Algunas de ellas son solo para los niños y niñas, las cuales se celebran durante el día y otras están abiertas a familias y amigos. Estas últimas se realizan por la tarde.
Cada fiesta es particular en sí misma; tiene diferentes decoraciones, manualidades, comidas, canciones y juegos que se preparan previamente con los niños y niñas en el día a día en el aula aproximadamente un mes antes de la fiesta.
Esto ayuda a los niños a situarse temporalmente en el curso del año, ya que cada época, y por tanto la fiesta, es un reflejo de lo que ocurre a lo largo del año en la naturaleza.
PRINCIPIOS EDUCATIVOS
Teniendo en cuenta los fundamentos de la Pedagogía Waldorf los principios educativos en los que basamos nuestro proyecto educativo son:
- Promocionar y fomentar un desarrollo y una educación libre y respetuosa.
- Fomentar la imaginación, la creatividad y la fantasía.
- Desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje teniendo en cuenta aspectos como el arte, el ritmo, la imaginación, la creatividad y la fantasía.
Por ello, la organización de las rutinas en el jardín tiene como objetivos:
- Experimentar actividades significativas sencillas, que le despiertan poco a poco su intelectualidad.
- Adquirir un lenguaje correcto y rico en matices a través de las narraciones, poemas, teatrillos, canciones…
- Asimilar ritmos y formas adecuados para la creación de hábitos saludables.
- Desarrollar una actividad imaginativa y creadora a través de un material de juego sencillo, natural y que aporte una gran experiencia sensorial.
- Despertar en el medio social en el que se mueve, y ser cada vez más consciente de su rol, las frustraciones, responsabilidades, y poco a poco dominar todas las habilidades sociales.
- Poder, por los ejercicios artísticos, equilibrar sus emociones y a través del juego libre con los demás niños, darse cuenta de sus propias facultades: inteligencia, fantasía, participación, destreza manual…
“Cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus propias experiencias, su interés vital se despierta, su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo”.
-Rudolf Steiner