A continuación, encontrarás respuestas a algunas de las preguntas que nos hacen con más frecuencia. Si no encuentras la respuesta que buscas, contacta con nosotras y te atenderemos encantadas.
La primera escuela Waldorf nació en un momento histórico muy importante, al finalizar la Primera Guerra Mundial, creada en Stuttgart, (Septiembre de 1919) para los hijos de los obreros de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria tras la petición de estos. Steiner daba también clases nocturnas a los obreros de la fábrica y se encargó asimismo de preparar y formar a los maestros fundadores de la Escuela.
Rudolf Steiner (1861-1925) filósofo, pedagogo, científico y artista austrohúngaro articuló una nueva pedagogía que pretende conducir al niño hacia un desarrollo equilibrado de su mente, una rica vida emocional y una reafirmación sana de su voluntad. Creó la pedagogía Waldorf basándola en un conocimiento profundo del hombre y del mundo.
Para la Pedagogía Waldorf el niño y el cuidado de su desarrollo (en todos los niveles) y su individualidad es lo más importante. La transmisión de valores de respeto, comunidad, compromiso, amor, empatía, escucha, tolerancia, …son también de vital importancia.
Aprender con amor, imitando el buen hacer, colaborando, ayudando, y jugando hacen que el niño adquiera el aprendizaje a nivel interno y quede en él para siempre. De esta forma estará preparado para, más tarde, un aprendizaje más intelectual.
Rudolf Steiner(Kraljevic, 1861-Dornach, 1925) fue filósofo, pedagogo y arquitecto austríaco, entre otros. Coeditor en Weimar de las obras completas de Goethe (1889-1896) y autor de La filosofía de la libertad (1894), en 1897 se instaló en Berlín y se dedicó a la teosofía. Más tarde precisó su doctrina sobre la antroposofía en sus obras Teosofía (1904) y La ciencia oculta (1909) y fundó la Sociedad Antroposófica (1913). Se instaló en Suiza, en Dornach, donde construyó el Goetheanum, el templo de la antroposofía. Fundó además, en Stuttgart, la renovadora escuela Waldorf de pedagogía, e impulsó en Arlesheim un instituto clínico (1921) de euritmia y pedagogía curativa.
Tras estudiar en el Politécnico de Viena, Rudolf Steiner se dedicó a investigaciones de historia literaria y ciencias naturales; en 1891 consiguió en Rostock la habilitación de profesor libre de filosofía. Durante la primera etapa de su actividad se manifestó entusiasta de Goethe, acerca del cual escribió diversos trabajos: Rasgos fundamentales de una teoría del conocimiento de la concepción goethiana del mundo (1886) y Goethe, padre de una nueva estética (1889). Colaboró además en la redacción de la única edición hasta entonces completa de los textos del gran genio, la famosa «Weimar’sche Ausgabe».
Durante este período ofreció una interpretación de la obra de Goethe notablemente influida por Haeckel, y poco después se inclinó definitivamente hacia un misticismo personal peculiar, original y fantástica refundición de elementos procedentes de las fuentes más diversas. Algunas de sus producciones muestran claramente la influencia de Nietzsche; así, La filosofía de la libertad, escrita en 1894, y F. Nietzsche. Un luchador enfrentado a su tiempo (1895).
El final del siglo XIX se encontró con la teosofía, fundada por Madame Blavatsky. Ya en este campo escribió algunas obras fundamentales: La mística (1902) y El cristianismo como hecho místico (1902), seguidas, en 1904, por una exposición general de la teoría en cuestión, Teosofía. La tendencia teosófica asumió en Rudolf Steiner un carácter mucho más intelectual que el presentado hasta entonces por esta doctrina.
Entre 1912 y 1914 compuso algunas obras literarias inspiradas por su antroposofía, y en 1916 reanudó sus actividades teóricas con Del enigma humano, texto al cual siguió De los enigmas del alma. Llegado a Suiza, estableció el templo antroposófico Goetheanum.
Porque en los Jardines Waldorf se trabaja a través del ritmo, diario, semanal y anual marcado por las estaciones del año. Este ritmo anual viene marcado por la celebración de fiestas, y a través de ellas el niño va tomando conciencia del acontecer del año. Cada estación trae sus colores, actividades y especificaciones propias de la época, que el niño/a vive a través de la preparación interna del maestro/a y de las actividades que este realiza como cuentos, teatrillos, manualidades, canciones, juegos…
Todos los profesionales que trabajan en las escuelas/jardines Waldorf tienen estudios homologados por el ministerio de educación, carreras universitarias relacionadas con la educación, maestros, pedagogos, psicólogos, educadores… además de una formación específica en Pedagogía Waldorf.
La Pedagogía Waldorf tiene su origen en la Antroposofía, que a su vez tiene una raíz cristiana, sin embargo no se enseña antroposofía en las escuelas Waldorf. La pedagogía tiene un matiz espiritual que podría parecer vinculado a una religión, pero en realidad, nada tiene que ver con esta y son las ciencias las que están validando y afirmando el carácter innovador de esta pedagogía, por ejemplo la neurociencia que está reconociendo y validando muchos de los principios de la Pedagogía Waldorf.
La Antroposofía no es una forma de religión sino un camino para obtener conocimientos del mundo y del hombre. El maestro no recurre a la antroposofía para transmitirla en las aulas, sino para su propia formación.
En el Jardín Waldorf no se clasifica a los niños/as sino que se respeta el ritmo de desarrollo, las características y el despertar de las habilidades de cada uno, por ello hablamos de una pedagogía individualizada en la que prima el despertar de la persona como ser individual y único. En pedagogía Waldorf se trabaja a través de la observación minuciosa de cada uno de los alumnos y se busca el equilibrio de la persona en todas sus áreas, cognitiva, emocional y física.
Si un niño/a presenta alguna debilidad destacada, y se considera recomendable, podría recibir ayuda adicional del maestro, de los padres, de otros alumnos, o de profesionales de pedagogía de apoyo.
Es relevante en cuanto que la Pedagogía Waldorf respeta la individualidad de cada persona, destacando las fortalezas y no las debilidades, en un ambiente tranquilo, armonioso, lúdico y cálido. Se entiende el Jardín Waldorf como una extensión del hogar donde cada niño/a se siente arropado y cuidado, tal y como es.